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| Remedios Sánchez en 2008. | 
Sánchez, de 69 años y originaria de Galicia, cumple actualmente una condena de 144 años y siete meses de prisión impuesta en 2008 por la Audiencia de Barcelona. Aquel año, fue hallada culpable de tres asesinatos consumados, cinco intentos frustrados y siete robos con violencia en domicilios de ancianas durante el verano de 2006.
Sus víctimas, mujeres solitarias y vulnerables de entre 70 y 90 años, eran seleccionadas con frialdad: la acusada se ganaba su confianza haciéndose pasar por una vecina o cuidadora, accedía a sus hogares y, una vez dentro, las asfixiaba o golpeaba para robar joyas, dinero y objetos de valor antes de rematarlas. En total, siete robos violentos y un hurto completaron su macabro historial, que incluyó indemnizaciones a las familias de las víctimas por montos entre 19.000 y 120.000 euros.
Durante el juicio, psiquiatras descartaron cualquier trastorno mental. Sánchez, entonces cocinera de 50 años, intentó desviar la culpa hacia una supuesta "inquilina fantasma" llamada Mari, una entidad inventada que la fiscalía ridiculizó como un delirio. "No soy yo, fue Mari", repetía, pero las pruebas —huellas, testigos y objetos robados recuperados en su poder— la delataron. Su modus operandi era implacable: entraba con engaños, aturdía a las ancianas con golpes o estrangulamiento, y huía con el botín. El caso paralizó Barcelona, con alertas policiales y un clima de miedo entre los mayores.
El nuevo suceso ocurrió el pasado 3 de octubre. El cadáver de la víctima, una mujer de 91 años, fue descubierto en el baño de su vivienda, inicialmente atribuido a causas naturales. Sin embargo, una revisión forense reveló signos de asfixia. La conexión con Sánchez surgió de una cámara de seguridad que captó su figura cerca del domicilio y una huella dactilar suya en la escena del crimen. La detenida, que disfrutaba de un permiso carcelario de tres días, regresó a la prisión de Teixeiro, donde la aguardaba el arresto. El Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña ha impuesto secreto de sumario, y la Guardia Civil investiga si hay más víctimas en la zona.
Este caso cuestiona el sistema de permisos penitenciarios y reaviva el debate sobre la reinserción de reos de máxima peligrosidad.
"Es una depredadora sin remordimientos", afirman fuentes policiales. Sánchez, que ya no saldrá en libertad condicional hasta 2040 como mínimo, enfrenta ahora cargos por homicidio y robo agravado. La sociedad gallega, cuna de esta "mataviejas", tiembla ante la posibilidad de que su sombra se extienda más allá de Cataluña.
 
 
 
 
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